Entre los signos del zodíaco siempre hay relaciones amorosas improbables o difíciles de producirse. Sin embargo, cuando ocurren, los resultados pueden ser muy buenos. Una de esas relaciones inesperadas son las de Leo con Piscis. Las diferencias de criterios y expectativas son muy grandes. Aquí se enfrenta el fuego con el agua en una experiencias difícil de tener acuerdos. Leo tiene una tendencia de dominación y control muy grande que choca con la amabilidad y sensibilidad de Piscis. Para este último, el león puede resultar demasiado egocéntrico y creído a pesar de su estilo de humildad. Su bondad no compatibiliza con estas actitudes.
Cuando nace una relación entre estos signos es muy importante jugarse a todo o nada. No encontrarán puntos intermedios en el camino a la felicidad si lo que pretenden es compartir sentimientos, objetivos y una vida juntos. Deben apostar a una relación estable y seria. En el ámbito sexual se entienden mejor. Por eso pueden caer en relaciones cortas o casuales sin mezclar sentimientos. Sin embargo, si Leo cree que encuentra en una persona de Piscis a su amor ideal dejará todo por ella y peleará para estar juntos contra viento y marea. Esta determinación de Leo le dará confianza a la pareja, sobre todo si Leo es hombre y Piscis es mujer.
En cuanto a los intereses por formar una familia deben hacerlo si verdaderamente están seguros del amor y han logrado estabilizar la relación. No es conveniente avanzar si perduran las dudas e incertidumbres. Leo puede vivir de tentaciones como también en una profunda estabilidad y autocontrol. Piscis es más emocional y a todo le busca su carga emotiva. Profesionalmente pueden ser muy responsables y lograr todos sus objetivos propuestos, incluso en tiempos reducidos. Las motivaciones deben estar centradas en los aspectos positivos de cada uno.